lunes, 30 de noviembre de 2009

ERES MI CANCIÓN

Dicen que cada canción cuenta una historia.
Pueden hablar de miles de cosas a la vez, o de ninguna una y otra vez.
Pero de lo que más hablan es de amor, y desamor.
Todo se concentra en eso.
Me quieres, no te importo, te arrepentirás, eres lo mejor que me ha pasado nunca…
Cómo unas simples palabras hacen que te sientas, en unos pocos minutos, tan feliz, o tan solo.
No sé por qué, pero siempre encuentro alguna, o muchas, que dicen justo lo que siento, lo que pienso.
Esté bien o mal, la misma canción me define en mil estados diferentes, y siempre hace algo negro, añil.
Y siempre estás tú, en cualquiera de estos poemas contradictorios, siempre te encuentro dentro.
Y te conviertes en el oyente, que recibe mi alma en palabras con o sin sentido.
Y eres el cantante, que me canta sin temor al oído.
Y hace que comparta su amor o dolor, siendo tú el que hace que mi vello se erice con solo escuchar una nota.
De lo que a mí me parece una oda.
Y pienso, “cómo mola”, algo que ni siquiera es real, hace que mi cabeza gire sin parar.
Y echo de menos algo que no tengo, y deseo quedarme en lo único que entiendo.
Escuchar lo que me hace sentir que no es mentira y me queda mucho por compartir.
E imagino que lo hago junto a ti, siendo tú mi melodía, lo que me alegra la noche y el día.
Lo que hace que cada letra se clave en mí como tu voz en mi sentir.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ASÍ ERA

Era pura energía,
era risa y melodía.
Era un ángel, bello y puro.
Era cielo, era mundo.
Era la vida, alegre, redicha.
Eran sus pasos,
eran sus ojos,
eran los besos que a la vez repartía.
Era su silencio, lo echaba de menos.
Eran sus ideas, sus locuras, tonterías.
Su inquietud, su sorpresa,
su seguridad, su prosa.
Era luz, y camino.
Era futuro y destino.
Era el antes, y el después,
el mañana, y el ayer.
Era fuerza, era luna.
Era siempre, siendo el nunca.
Era encanto, o eso decían.
Era ella, yo ya no.

martes, 24 de noviembre de 2009

LA DULZURA DEL DOLOR

Estar enamorado es lo mejor que a nadie le ha pasado.
El problema llega cuando tienes a alguien tan querido
y ni por casualidad es correspondido.
Tengo bastante experiencia en eso,
he llegado a querer tanto que mi corazón no está precisamente ileso.
Lo peor no es no ser correspondido,
sino amar a alguien que, sin enterarme, cambió conmigo.
Cómo una persona puede idealizar tanto a alguien que no se da cuenta de que ya no es la persona de quien se enamoró.
Y ver que es cierto, ya no es igual, pero quererlo, con todo el alma por quien antes era. Que te hace sufrir, de una forma que nadie lo había hecho,
pues es el primero del que te has enamorado en cierto.
Y tarde te has enterado,
y ahora todo ha cambiado.
Haces el tonto esperando Dios sabe qué,
pues ya no hay vuelta atrás, ni como amigo lo podrás recuperar.
Tomó su decisión, y es su vida, esté equivocado o no.
Pues hace oídos sordos a los amigos,
prefiere ser chulo o algo parecido.
Y cuando, por fin, despiertas,
y lloras hasta que revientas.
Te das cuenta, de que el amor es cruel,
el desamor también y la razón,
la razón es tu único amigo fiel.
Y cuando crees que jamás volverás a amar,
que eso no es para ti,
que ya estás cansado de sufrir,
abres los ojos de par en par,
y ves ante ti el único que te puede salvar.
Vuelves a creer en el amor,
aunque sepas que conseguirlo no lo consigues ni a la de dos.
Pero, aunque, sufres porque, otra vez, eres tú sola la que quiere,
no te importa porque, al menos, con éste, sí sabes si va, vuelve o viene.

lunes, 23 de noviembre de 2009

AYÚDAME

Llama a tu dolor, llama a tu pasión, llama a esa voz, bien llamada la razón.
Siente ese monzón, siente la emoción, y no me olvides ya, no te vayas, por favor.
Ayúdame, no me dejes tirada, como hiciste ayer, no culpes a otra cara, ayúdame, y vuelve aquí conmigo, recoge mi testigo, ayúdame.
Recuerda aquel tiempo en que fuimos dos, recuerda el sentimiento agrio y dulzón.
Oye ese clamor, que un día te llenó de reflexión, y ahora vuelve aquí.
Ayúdame, no olvides que te quise, que siempre estuve allí, ayúdame, te necesito ahora, como ya lo hice ayer, ayúdame.
Contempla aquí en silencio, me elevo como el viento, me marcho ya muy lejos, y diré adiós.
No te asustes antes de tiempo, no me tengas un recuerdo, estoy aquí contigo, hoy y siempre, fiel amigo.
Ayúdame…

sábado, 21 de noviembre de 2009

SI TÚ SUPIERAS...

Si pudieras oirme, si pudieras verme, si pudieras escucharme…
Cuánto te reirías, de mí, ajenamente, te avergonzarías.
Sentirías lástima, compasión, o tal vez rechazo y repulsión.
Si supieras lo que siento… Dios mío, cuánto te quiero.
¡Qué patético! Sería lo que pensarías, y no es para menos, ni siquiera te conozco realmente y cuando no te veo te echo en falta, te añoro, te pienso.
Pero lamentablemente, nunca te siento.
No sabes ni que existo, eres ajeno a todo esto.
Río de impotencia, lloro de alegría, aunque lo segundo no es cierto, pues mis lágrimas son de miedo y desconcierto.
Estás constantemente en mi pensamiento, eso de la imaginación es un gran invento.
Y sueño con verte, y te veo en sueños.
Y siempre me quieres y nunca es cierto.
Son solo sueños, esos malditos tramposos que ni cuando mi persona puede descansar, y dejar de pensar, hacen que entres en mi mente y que sea feliz contigo brevemente.
Para luego despertar, volver a pensar, y a amar.
No, no vuelvo a hacerlo, lo hago constantemente, pues esto no es un juego inocente.
Es mi verdad, mi realidad, mis ganas de amar y ser amada, amada por ti, por quien hace que mi vida tenga una razón de ser, y mi corazón una por la que latir.

jueves, 19 de noviembre de 2009

SOLA

Los pañuelos iban desapareciendo, uno tras otro, del paquete.
Su cometido se cumplía rápidamente, sin dejar tiempo, casi, al siguiente.
Las lágrimas caían sin cesar, desahogando la pena y el malestar.
Sin solucionar nada, sin aliviar la razón por la que brotaban.
Empapando los pañuelo de papel, que acababan en la misma papelera donde estaban los trozos de su ingenuo corazón.
La debilidad era propia de ella, las luces de un día nuevo no cambiaban las penas, por fuera siempre fuerte, siempre una gran guerrera.
Por dentro medio inerte, excepto esa mitad que iba por libre.
Siempre sola, entre todos, la más sola.
Entre gente, estaba sola.
Sin escudo, ni armadura.
Sin espada, ni herradura.
La suerte es relativa, como el tiempo, efímero, sin vida.

martes, 17 de noviembre de 2009

ALGÚN HUECO

Su voz iba paso a paso apagándose.
Su cerebro no respondía a sus necesidades.
Sus ojos ya no miraban como antes.
Su vida desaparecía a cada instante.
El pasado, tan lejano,
que en su momento pareció eterno,
se disipaba poco a poco, delirante.
No era mejor que el presente,
pero a veces deseaba volver a él,
inconscientemente,
por un segundo,
a algo bueno,
nada más.

Años de dolor se arrastraban a su espalda.
Un ladrillo, una losa, que aplastaba su esperanza.
Cada día rezaba por una salida,
cada día ansiaba una respuesta a sus plegarias.
Algo que jamás llegaba,
algo que no encontraría bajo la almohada.

Boca seca, ojos húmedos, corazón aullando de dolor.
Sin pensamientos, sin ilusiones, viajando a un mundo paralelo,
donde se soportan mejor los miedos.

La solución no estaría a la vuelta de la esquina,
pero mirando hacia otro lado tampoco lo encontraría.
Sola estaba ante mil espadas,
tras ella no había nada,
salvo una línea que jamás cruzaría.

No podía abandonar, no debía hacerlo.
Encontraría algún hueco... tenía que haberlo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

PRIMERA ENTRADA

Este es el inicio de una nueva etapa para mí, en la que, aunque no ha ocurrido nada en especial para que empiece, mi persona necesita un cambio, necesita expresar todo lo que, cuando va con nombre y apellidos, no puede porque no haya problemas, por no hacer daño a nadie o, simplemente, porque hay cosas que una quiere expresar sin que los que la conocen tengan acceso a ello. Aquí publicaré mis escritos más personales, tanto los basados en mis vivencias y sentimientos sobre ellas, como los intentos de poemas creados sin necesidad de haberlo vivido.
Las rimas abundarán, pero también habrá entradas sin ellas.
Doy la bienvenida, y las gracias de antemano, a quien inicie esta lectura.
Espero que os guste.