viernes, 12 de noviembre de 2010

Aquel día

Aquel día el sol resplandecía,
aquel día la vida perfecta parecía,
en ese día todos eran felices,
menos yo, como siempre, triste.

Aquel día unos versos por mí rondaban,
aquel día sin cesar los miedos se agolpaban.
En espera estuve toda la mañana,
esperando lo que nadie esperaba.

Aquel día mi mundo estaba lejos,
aquel día no pensaba más que en huecos.
Para mí, no había color en el cielo.
Esa mañana no conocía a nadie igual,
esa mañana, era como otra, sin nada singular.

Las nubes se dispersaron de mi cabeza,
de pronto, del día, vi toda la belleza.
El sol se hizo más potente,
la luz resplandecía a la buena suerte.

Aquel día el mundo cambió,
todo lo que era oscuro,
para mí, se iluminó.

Aquel día el destello cegó mis ojos,
un azul cielo que embargaba a muy pocos.

Aquel día cambió todo,
pues, desde entonces,
no olvido sus ojos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

RELATO INACABADO

Te veo, en cada página del libro más bonito del mundo, y no entiendo lo que dice, solo bien me siento, al saber que sí exististe. No sé que ocurrirá de hoy en adelante, pero el futuro es incierto y yo soy la peor certeza de este error.
Y miro fijamente el cielo, esperando el mensaje que me mande al mundo de los sueños. A veces, pienso en el sitio donde nunca estaré, al que te largaste, por bien.
Puede que algún día las respuestas lleguen, puede que pronto se necesiten, pero mientras pueda enterrar el momento…seguiré leyendo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

RECORDANDO...

En días como estos,
la nostalgia se apodera de mí,
y me crea un dolor intenso
que nada en el mundo pudiera reprimir.

Es imposible olvidar lo olvidado,
es imposible añorar lo que nunca ocurrió.

Pero mi mundo se mezcla con lo celeste,
mi cielo cada día es más azul.

Continuo olvidando
sin entender muy bien el qué;
mi camino paseando,
sabiendo que no te volveré a ver.

No sé por qué,
la locura tiene extrañas formas de florecer.
No sé por qué,
pero mis ojos echan lágrimas sabor a miel.

Se me antoja el recordarte, por mucho que me duela.
Más estando cerca de donde un día tú estuvieras.

Y de pronto me reencuentro,
nuestro nexo,
y el corazón me da un vuelco.

No eres tú.
Solo un lazo,
otro recuerdo,
un hallazgo
en mi fuero interno.

El destino,
karma,
o lo que dios quiso.

Nada importa, ya pasó.

Pero te recuerdo,
no puedo evitarlo,
recurrente en el tiempo,
me atraviesa tu dardo.

jueves, 12 de agosto de 2010

Sin saber...

Por qué sonreías así.

Por qué me mirabas a mí.

Por qué me tomabas el pelo, siempre feliz.

Por qué querías estar junto a mí.

Sin saber que me querías, me equivoqué.

Sin saber que te perdía, ni, hasta hora, el por qué.

Sin saber por qué no hablabas, ni a mí te acercabas, después.

Sin saber qué había cambiado, porque en ti no me fijé.

Cuántas veces he sufrido por amor no correspondido.

Cuánto odio no haber sabido lo que ahora yo ya sé.

Ojalá lo hubieses dicho, pues tal vez puediese ser.

Ahora ya, es tan tarde, mi niño, para nuestro amanecer…

Aún me mata el no verte, aún me duele el no saber.

Por poder habernos querido, y por tu miedo, y mi ceguera,
no haber podido.

Niño mío.

lunes, 28 de junio de 2010

HASTA QUE NOS VOLVAMOS A ENCONTRAR

Bien sabes que yo nunca te quise querer,
que tú y yo chocamos sin saber por qué.

Tú sabes que aquel día yo no era yo,
yo sé que tú eras la esperanza de los dos.

Aún siento aquellas ganas de entender por qué
el mundo era tan raro y tú no eras de él.

Aún sueño con ver juntos el amanecer,
y que nuestras miradas aprendan a querer.

Sonrío a un día sombrío y no sé por qué,
supongo es la esperanza de volverte a ver.

Puede que algún día te vuelva a encontrar,
aunque ese día se haga de rogar.
Puede que algún día nuestros caminos crucen,
puede que algún día choquemos otra vez… de bruces.

lunes, 7 de junio de 2010

QUIERO TENER RECUERDOS

Quiero tener recuerdos.
Quiero vivir mi vida.
Quiero experimentar historias.
Quiero vivir mil cuentos.
Quiero ser feliz, sin miedos.
Quiero soñar, con mis momentos plenos.
Quiero llorar al alcanzar mis proyectos.
Quiero reír, sin temer el luego.
Quiero ser real, como en mi fuero interno.
Quiero querer, sin reservas.
Quiero que me quieran, sin malas consecuencias.
Quiero ser normal en mis rarezas.
Quiero ser yo, por fin, ser yo entera.

viernes, 28 de mayo de 2010

Muchos frentes abiertos..

la que se me viene encima...

lunes, 17 de mayo de 2010

DÍAS VACÍOS

Hay días en que el mundo se te cae encima.
Hay veces en las que nada tiene sentido, en las que nada está claro, en las que los golpes de viento contra una puerta cerrada y oir cómo el vecino de arriba abre el grifo, es lo único que te hace salir de tu letargo. Porque muchas veces las horas de sueño no son suficientes, los momentos eternos, para bien, nunca ocurren, y en los que el verbo sonreir se antoja pertenecer a una faceta desconocida de un libro de ciencia ficción.
Porque hay veces en que la vida se olvida de ti, más que tú de ella.
Hay veces en que el mundo gira en sentido opuesto a ti; en que tu universo no conspira por verte feliz, por mucho que tú sí.
Solo no pienso, solo no me paro a pensar, camino, como puedo, intentando no caer. Aunque ya sé que estoy muy lejos, de lo que un día pude atisbar a ver, aunque sé que ni me acerco a ese sueño que jamás alcanzaré.
Ni sé qué necesito para no derrumbarme al suelo, ni pegar ese grito que retumbe hasta en el cielo.
Bueno, sí, sí lo sé… lo imposible. Y como eso está infinitamente descartado, por desgracia… no sé qué salvación sería la mía, ni si la encontrara yo qué haría.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Harta...

de soportar gilipolleces que no debería… pero que no queda otra salida.

viernes, 23 de abril de 2010

viernes, 16 de abril de 2010

CUANDO ME ROZAS

Cuando me rozas,
cuando me tocas,
cuando te siento
tan cerca de mí.

Cuando te veo,
sonríes, me muero…

Locura lo llaman,
locura será,
y al fin, algun día,
todo llegará.

Mi vello se eriza,
a una sola caricia,
tus besos anhelo,
mi torrente de fuego…

Dame un sitio en que pueda dejar,
tranquilo mi mundo a tu lado estará.

Buscaré, la banda sonora de mi corazón.
Sentimientos como acordes de los tuyos, mi amor.

Cantaré, hasta que ya no tenga un hilo de voz,
canciones que sean solo de dos, corazón…

jueves, 8 de abril de 2010

LEJANÍA MUY CERCANA

¿Quién te crees?
¿Quién eres?

Para arrasar contra todo,
arrastrando tu lodo.

Mírate, das asco de ver,
no puedes ni quieres querer.

Me repulsas,
hasta lo más hondo de mi ser,
no soporto,
ni un solo gesto que te pueda pertenecer.

Y es así,
yo no cuento aquí,
no pincho ni corto,
pero yo me lo como.

Y olvido que no estoy cerca de ti,
que esto es transitorio.
Porque solo siento agobio.

No puedo hablar,
no quiero gritar.

Se acabó todo eso,
de rasgarme entre restos.

Mi vida es más,
mi vida vale más.

Pero cuando cerca te tengo
no lo puedo aguantar.

No me aparto por ti,
lo hago por mí.

Mis entrañas se revuelven
solo de verte.

Porque solo traes dolor,
solo aportas mala energía,
por ti aparece el rencor,
por ti se marcha la alegría.

Aunque los meses transcurran
el tiempo no es suficiente,
no importa el cuanto,
solo me hieres.

Ya no te odio,
eso pasó,
solo es lo obvio,
la tonta murió.

No lamento mis palabras,
solo no poder decírtelas a la cara.
Y no porque no pueda,
sino porque sé cuando no llevo papeletas.

Porque esto es el pan de toda una vida,
y la verdad no ayuda para la huida.

No pido más que ser feliz,
solo necesito,
que estés lejos,
muy lejos de mí.

¿Eso es tanto pedir?

viernes, 26 de marzo de 2010

¿Cuándo llegó el fin?

Quién sabe, tal vez ni empezara...

martes, 23 de marzo de 2010

LUCHAR POR SEGUIR VIVO

Nadie sabe lo que es sufrir tanto, nadie sabe lo que es desesperarse hasta el llanto, nadie sabe en realidad lo que es que te den de lado, nadie, hasta que realmente no lo ha pasado. Vivir una enfermedad de cerca es duro, muy duro. Y aún más si es de alguien a quien quieres. Pero lo peor es vivirlo en primera persona, y saber, que es algo de por vida, que por mucho que intenten hacer, nunca es suficiente, nunca, porque no tiene solución o, al menos, eso dicen. En realidad, llega un punto, en que no sabes qué creer. En que se pone en riesgo hasta la fe. Y aquçi no habrá final feliz. Aquçi no se comerán perdices.
La esperanza, es no caer por el camino. Lo que queda, es luchar por seguir vivo.
Lástima es tener que vivirlo para entenderlo, lástima es ver cómo todos giran la cabeza, y solo cuando conviene enseñan la jeta. Y no puedes hablar, no puedes reprochar, pues siempre dependerás; cuidado, o para siempre abandonarán.
Desgraciados, chantajistas, afortunados, chulos con pintas.
Se equivocaron, y algún día lo sabrán.

domingo, 14 de marzo de 2010

PALPITAR

En mitad de la noche,
tumbada en la cama,
escuchando música,
mirando al techo,
con la poca luz que alcanza mi cuerpo.
Escudriñando cada letra,
cada nota,
alcanzando el mensaje a mi ser,
comprendiendo que una simple canción me había calado en lo más profundo. Contemplando cómo mi corazón rebotaba
al escuchar lo que de verdad ansiaba.
Me quedo mirando esa pobre luz que alumbra la esquina,
y llego a saber que mi alma grita al son de mi ser.
Pide auxilio a la única persona que podrá oir mi llamada.
El único que podrá saltar la alambrada.
Que llegará a mí tanto, o más,
como la canción que ha hecho mis sentidos palpitar.

domingo, 28 de febrero de 2010

DIME LA VERDAD, AMOR

Mírame a los ojos,
y dime,
con total sinceridad,
que nunca me has amado,
que jamás me has querido,
que no has sentido ni un ápice de amor por mí.

Ni un cosquilleo en el estómago,
que cuando hablábamos no se te hacía un nudo en la garganta.

Que al mirarme no se te dibujaba una sonrisa de tonto en la cara,
que tu corazón no se aceleraba al cruzarse nuestras miradas.

Que nunca has deseado abrazarme horas eternas,
sin motivo alguno,
solo por sentir mi corazón cerca del tuyo.

Dime que en la vida,
no has sentido nada así por mí,
que nunca has hecho nada por hacerme sonreir,
que ni siquiera una emoción te he hecho sentir.

Entonces te dejaré tu vida proseguir,
para que algún día sientas eso,
y puedas ser feliz.

Y que tengas tantas ganas de por alguien vivir,
como he tenido yo por ti.

domingo, 21 de febrero de 2010

VOLARÍA

Volaría lejos del mundo, de la vida.
Me escaparía de los miedos,
que cerca o lejos,
aquí habitan.

Las luces y colores hoy se apagan,
dejando paso a las baladas,
con sus notas deprimentes,
pues las escribiste sin quererme.

De qué valen las palabras,
los besos, las miradas.
Si un día se fue todo,
despreciado por tu alma.

Me abriste el corazón,
para dejarlo solo,
y ahora me encuentro aquí yo,
muriendo por tus ojos.

Volaría hasta cansar mis alas,
volaría a un lugar donde jamás me encontraras.
Dejaría que el viento me llevara,
muy muy lejos,
hasta olvidar tu cruel mirada.

Y es que así no soy yo,
y es que me olvidé de mi propio amor.

Te quise sin quererlo,
y ahora no puedo parar de hacerlo.

viernes, 12 de febrero de 2010

CUMPLIR UN AÑO MENOS

Se acerca el día de los enamorados. El próximo 14 de Febrero es San Valentín, este Domingo es el día en que, supuestamente, todo el mundo, que tiene pareja, celebra su amor (y los días anteriores, los perfectos para los bolsillos de los Centros Comerciales...).

Supongo que, teniendo tan cerca este día, es de esperar que le dedique algún verso, sobretodo teniendo en cuenta que este blog parece "la página del amor/desamor", porque, además, yo lo he convertido en eso... pero no puedo. La inspiración estos días no es muy buena compañera. Y no porque no me dé ideas, al contrario, porque me dá demasiadas.

Aunque parezca algo paradójico, pues probablemente mi próxima entrada sí trate de esto, como la mayoría, pero supongo que lo mío es ir contracorriente.

Ahora mismo, solo os puedo dejar esto (me ha costado mucho elegirla, porque es una de mis favoritas, y lo más seguro es que sea la que más vaya con mi estado de ánimo en este momento.)


http://www.goear.com/listen/2bdfc05/cumplir-un-año-menos-la-oreja-de-van-gogh

Que tengáis un buen día, a todos, pero que no sea tan solo el domingo.

lunes, 1 de febrero de 2010

UNA VIDA, Y LOS DEMÁS

Las páginas de mi historia se van desgarrando,
La tinta que la plasma, poco a poco, aguando.
No encuentro los números que las marcan,
No hay inicio, ni nudo,
No sé cuál será mi desenlace,
Y el grosor va y viene como quiere.

Las respuestas nunca llegan,
Los apoyos imposibles.

Decepciones impensables,
El peligro no les viste.

Hay personas muy distintas,
Hay gente muy singular,
Pero no les preguntes, tú niña,
Que a las buenas no responderán.

Dan la espalda, es lo fácil,
No soy yo de esa raza.
Ser más fuerte o más frágil,
La diferencia no está a la caza.

Mi nombre no importa,
Mi edad lo de menos,
El resto se mofa,
De lo que nunca vivieron.

Ya no me duele,
O sí, quién sabe.
Quien va o quien viene,
Da igual, nadie vale.

Paso de falsos, y de malos ratos.

Quien siempre está, para mí, es de verdad el grande.
El que vale.

sábado, 23 de enero de 2010

REQUIETO II


El problema, dejando aparte sus innumerables inseguridades, era lo que al final siempre le pasaba a todo el mundo, no tenía la certeza sobre la otra persona, otra ramita del gran árbol de raíces extralargas, que formaba su vida. Lo conocía poco, en realidad, muy poco, se habían visto varias veces, pero solo hacía unos meses que se habían visto en realidad, desde aquel día, solo se encontraron 2 veces más, apenas habían hablado, apenas se conocían, pero, había algo, no sabía qué, pero algo que hacía que, cuando sus miradas se encontraban, el estómago le daba un vuelco, literalmente. La última vez que lo vio, le dio tan fuerte, que no entendía cómo nadie se había percatado de ello, tal vez él sí, pues cada vez que la veía, una especie de magnetismo invisible, le hacía acercarse irremediablemente, quitarse las gafas de sol, y encontrar sus ojos con los de ella, sabiendo sin saber, que había algo especial entre ellos. Tal vez fueran imaginaciones suyas, el chico era muy alegre con todo el mundo, también era más mayor que ella, no sabía cuanto, pero unos años, y aunque ella misma no quería creer nada, pues, aunque él sintiera lo mismo, ni siquiera tenía la certeza de verlo cuando había probabilidades de que así fuera; es curioso, podía ver a alguien todos los días y le daba igual, pero cuando le vio de verdad a él, ya no le encontraba nunca.
La última vez, él mismo le dijo que hacía mucho tiempo… “casi 5 meses”, pensó ella. No quería hacerse ilusiones, esa era la realidad, pero en el fondo no podía evitar pensar en ello, la mente no podía ser fuerte siempre.
Repasó varias veces su primera conversación de verdad, cómo la miraba, cómo de vez en cuando le tocaba el brazo, como bromeaba y ella le seguía las bromas, cómo le preguntaba por sus gustos, cómo aprovechaba para mirarla de reojo cuando ella apartaba la vista…cómo la penúltima vez fue directo a ella, cuando no tenía por qué acercarse, teniendo él prisa, y sentándose menos de 5 minutos para preguntarle qué iba a hacer en vacaciones, y cómo, cuando se marchaba, dio un pequeño saltito para tocar un cartel que había colgado en el techo, y hacer que se balanceara, con una sonrisa de oreja a oreja… “ja ja”, ella no pudo evitar reirse cuando hizo eso, él iba tan feliz, como si tuviera su misma edad, o menos.
Quería evitar pensar demasiado, y sacar conclusiones precipitadas, pero, al mismo tiempo, no podía evitar pensar en que, al fin y al cabo, que ella supiera eso no se hace con todo el mundo. Además, hasta los de su alrededor habían notado el nerviosismo del chico. No hablaba de un amor para toda la vida, pero ahí algo había, eso, o estaba loco él, y ella también.
Qué lástima que esa buenísima sensación que le quedaba al recordar todo aquello (que más que meses, parecía que habían pasado unas horas, por todos los detalles que recordaba), durara tan poco, y que, tan pronto, sus miedos volvieran a aparecer, qué lástima.
Es curioso cómo, independientemente de la edad, cultura, situación social, todos, pasamos por lo mismo; sufrimos, reimos, lloramos, gozamos, nos lamentamos…
Y qué dificil sería quitarse todos esos complejos de encima.
Aunque sabía una forma de poder superarlos, o intentarlo, pero, para que eso ocurriera, o no, tendría que esperar…

miércoles, 20 de enero de 2010

ANUNCIO POR PALABRAS

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martes, 12 de enero de 2010

REQUIETO

Esa sensación no podía ser normal, esos extraños momentos, no era natural. Serían las circunstancias, que la apartaban de la realidad y las distancias. Tenía que haber alguna explicación, algo coherente y con razón. Pero ahora no le salía nada, precisamente en la coherencia no pensaba. Estaba harta de pensar las cosas, de tener sentido común y ponerse losas. Quería que, por una vez, todo no fuera tan complicado, que los problemas quedaran de lado. Que todo en lo que tuviera que poner sentido, fuera en tantos sentimientos reprimidos. No se arrepentía de sus decisiones, las cosas que uno hace son sin condiciones. No lamentaba sus obligaciones, estaba orgullosa de sus valores. Era feliz con su vida, aunque podría ser mejor, no estaba reprimida. Es verdad que no tenía la suerte que otras personas en cosas que cualquiera toma por cotidianas pero, después de todo, tenía suerte de poder valorar lo importante de verdad.

Aunque, últimamente su interior no estaba tranquilo, había algo que la mantenía en vilo. Sentía que en alguna parte de su ser había algo vacío, que nadie de su alrededor podía ocupar, algo frío. Su corazón latía rápido, sus nervios a flor de piel, y su carácter un día agrio y otro dulce como la miel. Tantos cambios no eran para nada normales, pero tampoco lo sería si fuera feliz a raudales. Pues los de su alrededor no lo comprendían porque no sabían nada, pero si lo hubieran sabido comprenderían a la perfección, extrañándose de otra reacción. ¿Por qué no se lo decía entonces? Pues porque por mucho que lo entendieran no era algo para gritar a voces. Su corazón no se lo pedía, soledad e intimidad es lo que quería. Hay cosas en la vida que por mucho que tal vez debieras contar para apoyo recaudar, no puedes hacerlo, puede que por vergüenza, o por simple humanidad.
No sabía qué hacer, no sabía qué decir, no sabía qué pensar, no sabía si quiera, si aquello estaba bien o mal.
Había sufrido mucho, más de lo debido, en todos los aspectos, hasta en lo que no recordaba haber vivido.
Estaba sola, estaba mal, estaba a todas horas sufriendo sin cesar. No por el hecho que a todas horas estaba presente en ella, no, por sentir, tal vez, más de la cuenta. Era ella misma quien se lo producía, con sus miedos, sus recelos, su inseguridad infinita. Estaba jodida, por supuesto, eso lo reconocía, lo proclamaban los hechos, pero la cabeza influye mucho en el cuerpo, la mente es fuerte, la carne se lleva por ello. Por mucho que lo que sentía en su interior fuera sano, y bonito, y hacia alguien distinto que los demás, mejor, parecía. Ella misma se castigaba, no quería sufrir más, era una cobarde, lo reconocía, para todo, o tal vez no, pero eso sí que la intimidaba.
¿Cómo se podía sufrir tanto por algo que ni siquiera has vivido realmente? Por algo que solo has visto en las películas, por algo que has contemplado con alegría en los que te rodean.
¿Cómo se puede ser tan tonta de lamentarse por algo que no has experimentado? Ya lo sabía, lo sabía desde antes de hacerse todas esas preguntas, pero era su maldita forma de ser, que a la vez que le hacía sufrir en exceso, también le obligaba a no decirse las cosas claramente, para no hacerse más daño del que ya se hacía. El silencio que tanto rogaba a su interior, hacía oídos sordos, era hora de reconocerse a sí misma. Tenía miedo, estaba claro, estaba aterrorizada, suponía que, probablemente, sería por todos esos desengaños que le habían llevado a una especie de fobia. Fobia. F-O-B-I-A. Se reía de sí misma, ¡qué patética se sentía! Era patética, en realidad. “¡Qué vergüenza! Si alguien me oyera…” ¿Y qué nombre tendría esa fobia? ¿Acaso existía de verdad? No lo sabía, no tenía ni idea de nada, hacía ya mucho que su seguridad se había esfumado, demasiado joven para algo así, pero, ya se sabe, la realidad siempre supera a la ficción… Ficción. Esa era su vida, una novela, pero sin esos nombres tan raros y complicados, aunque en drama iba por el estilo, cualquier día le saldría un hermanastro secreto o algún rollo así; uf, esperaba que no, solo le faltaba eso.
Amaba, o eso creía, al fin y al cabo, hoy en día, ya nadie tiene muy claro que significa exactamente ese verbo.
Bueno, por fin lo había dicho, pero solo a sí misma, algo es algo, pero ese algo ya lo sabía...

(CONTINUARÁ…)

sábado, 9 de enero de 2010

ME ENCANTARÍA

Cómo desearía hacerte feliz día tras día.
Cómo querría vivir contigo un amor tan fiel y bonito.

Tan feliz sería teniendo la suerte de compartir nuestra vida.
Tanta dicha tendría al sentir cómo tu amor mi herida curaría.

Todo mi ser se colmaría de alegría, siendo tú exclusivamente su guía.
Sabiendo que me quieres y que tus sentimientos son fieles.

Eres mi dicha, mi luz, mi fuerza mi conquista.

Qué dulce, un amor tan puro, qué fuerte, claro y seguro.
Qué plenitud compartir algo con tal sinceridad y virtud.

Que tú, como yo, sintieras esa locura de amor por la otra persona.
Que tu cuerpo, como el mío, se estremeciera con sólo oír su voz, tu voz, mi voz.

Que de ti rebosara una armonía tan clara y una serenidad tan plena que tu corazón se llevara por ella.

Pletórica me sentiría si por mí sintieras lo que yo por ti cada día.

Que por mucho que otros dijeran a ti no te importara, porque simplemente me quisieras.

Con sólo ver tu cara se me dibuja una sonrisa de atontada.

Ojalá sintieras la mitad de lo que yo ahora, eso sería que me amarías con la intensidad de la luz del día.

La dulzura de tu alma bañando en dulzor la mía.
Y caminar juntos ante la vida, siempre de frente, esquivando minas.

Y que como la luna nuestro amor fuera tan hermoso que pareciera inalcanzable.

Me encantaría que fueras mi poeta y yo tu poesía.
Me encantaría que fueras mi cómico, para reír cada día.
Me encantaría sentir tu inseguridad, para apoyarte con entrega y serenidad.

Y me encantaría ser tu vida, para así estar contigo hasta el fin de los días.

miércoles, 6 de enero de 2010

UN LIENZO EN BLANCO

Año nuevo, lleno de esperanzas, ilusiones.
Año nuevo, repleto de sueños, sin miedos, ni decepciones.
Vida nueva, algo difícil, casi imposible.
Año nuevo, de ser feliz, de dejar de sufrir.
Vida nueva, sin dolor, sin penas.
Nuevos días, que se aproximan.
Ganas de todo, ante un lienzo en blanco.
Llagará poco, de lo que ansío me estuviera esperando.
No tengo futuro, no tengo ganas de dibujarlo, no quiero ver mi vida en abstracto.
Año nuevo, viejos colores.
Año nuevo, vida de siempre.
Año nuevo, pintado en mi mente.