miércoles, 30 de diciembre de 2009

EN DÍAS ASÍ...

Te echo de menos. Aunque nunca lo sabrás. Te añoro y te extraño. Algo muy dificil de explicar. Solo quiero estar cerca de ti. Solo quiero verte sonreir. Tan solo pido que me hables un instante, que me escribas, que me mires, y me digas, que a mi lado estés. Te echo en falta, a pesar de que nunca te tuve. Te siento lejos, zunque cerca nunca estuviste. Y yo aquí, colgada, de todo, de ti. Y yo así, embobada, viéndolas venir. No me siento bien, no soy feliz. Hay lugares, que por mucho que una quiera, y que lo intente, nunca podrán dar paz, nunca ofrecerán serenidad y, ni mucho menos, algún atisbo de verdadera felicidad.
Tengo ganas de llorar pero, en realidad, ya no me quedan fuerzas para nada. Siento algo en la garganta, que suavemente, poco a poco, me agarra. Y un hormigueo en el pecho… es mi corazón, por supuesto, deshecho.
Se apagó la luz. En efecto, ¡cómo no! ¿Por qué me pasa a mí esto? Un interruptor, “¡enciéndelo!”
Así es mi vida, sí señor. Estoy destinada o, mejor dicho, limitada, acorralada. No todo es malo. Pero estos días… podrían ser mejor.
Qué lástima no dar con esa lámpara maravillosa y, que un genio, me concediera tres deseos… o solo uno.
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, o está al filo de ello.
Uno no sabe lo que necesita si lo tiene todo. Y precisamente lo que no tengo, es lo que MÁS mecesito.
No sirve de nada escribirlo, no importa traducirlo. La magia no existe. Tan solo en nosotros mismos. Y me pregunto: ¿dónde la habré perdido?
Las persoans fuertes son las vencedoras, pero, hasta los más resistentes caen al suelo. Espero no partirme los dientes.
Iré a seguir fingiend, iré a seguir actuando. O lo que mejor se me da, tragar.
Seguiré añorándote, seguiré esperándote.
Seguiré quedándome como estoy, sola, como siempre, sola, hasta la muerte.
Esperando que algún día llegues y, por fin, de mi letargo me liberes.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL SUEÑO DE MI VIDA

Verdes eran los prados, en los que descalza caminaba. Sucio, el barro que pisaba. Fresca brisa que le rozaba la cara. Y nubes blancas que, poco a poco, se agrupaban. Todo estaba oscuro, o tal vez no, tampoco importaba. No veía nada, pero lo sentía, no sabía cómo, pero estaba ahí. Se sentía bien… no, ni siquiera eso, pero al menos se sentía; más no podía pedir, más, nunca llegaría. Estaba, en cierto modo, asustada, notaba algo raro en el ambiente, no sabía cómo, pero podía percibirlo; al igual que todo lo demás. Era como si se estuviera acercando a un precipicio, no estaba segura de ello, pero era como si, de un momento a otro, el suelo fuera a desaparecer bajo sus pies. Ya se notaba cayendo al vacío sin cesar, a gran velocidad, sin poder hacer nada más que resignarse.
Aún palpaba con los pies la hierba mojada, ¿cuándo había llovido? Y no lo había hecho, eran sus lágrimas.
Todo aquello era demasiado extraño, ¿no estaría soñando? Probablemente pero, por una incomprensible razón, no quería despertar, prefería estar allí, al menos, el dolor no sería tan insoportable como en la realidad; al menos, allí, se podría curar.
El viento mecía levemente las hojas de unos árboles que hasta ahora no había notado a su espalda. El ligero ruido que hacían al chocar entre sí era tan relajante que le hacía sentir una gran paz interior. El conjunto de sensaciones, la otorgaban cierta serenidad ante su repentina “ceguera”; lo tenía todo controlado, sus sentidos se habían agudizado, en el sueño al menos, lo bastante como para solventar cualquier problema por la inminente oscuridad.
Ahora sí estaba segura de estar soñando; y era feliz, o algo parecido, después de mucho. Sentía que su vida se había convertido en aquel campo donde se soñaba; y que cada cosa que percibía era una parte de ella, conocida o no; esa mezcla de sensaciones… Era su día a día, si vida convertida en un sueño; un sueño del que no despertaba aunque supiera que lo era; un sueño que la pertenecía solo a ella; un sueño con mensaje, pues ¿por qué no veía lo que sabía que estaba ahí? ¿Y por qué, en el fondo, sabía que si abría los ojos lo vería todo a la perfección? Pero, si los abría, no vería el prado, ni los árboles, ni el riachuelo que… ¿de dónde había salido eso? No, lo que vería sería su habitación a oscuras, su techo blanco y agrietado, y la pobre luz que llegaba por la ventana a través de los pequeños huecos de la persiana medio rota.
Entonces lo entendió. “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Su subconsciente la estaba avisando: es importante saber las cosas, saber lo que hay, vivir con ello, y luchar cuando lo precise; pero, a veces, no viene mal cerrar los ojos un rato, y dejar de sufrir. No, no dejar de sufrir, simplemente amortiguar el dolor. Desconectando, pero, sin olvidar.
Así pues, justo en el instante en que reconoció, y aclaró, lo que en su interior era algo cristalino, despertó. Y fue entonces cuando, por vez primera, creyó abrir los ojos de verdad. Sabía que por ello no sería menos duro. Sabría que cada vez tendría que luchar más, y que cada vez estaría más cansada, pero, desgraciadamente, esa era la única “salida” que se podía permitir. La única.
Los problemas no cesaron, los dolores tampoco, pero así, se convenció, podría, debía enfrentarlos, en adelante, esa era su única vía.
Al menos, siempre podría volver a soñar.

sábado, 19 de diciembre de 2009

NAVIDAD Y ALGO MÁS

Luces de colores que inundan las calles, pequeñas chispitas, que anuncian los días.
El frío ha llegado, después de tanto. Y el ambiente se carga, según quieras mirarlo.
Ya nada es como antes, ya nada es tan bonito. Cualquier toque adecuado, se convierte en tontería, algo ñoño.
Ya no hay magia, ni sonrisas, todo es frío, material.
Aún recuerdo, cuando era niña, que algo especial, distinto, flotaba en el ambiente. Tal vez por ser pequeña, tal vez por ser otra época, pero sentía todo diferente, estas fechas, las personas…
Tal vez fueran tiempos mejores, en general para el mundo (aunque en muchos sentidos, no para todos). O tal vez es que la inocencia aún no me había abandonado.
A veces, pienso en esos momentos, en los que me quedaba embobada mirando el Belén, el árbol de Navidad, las luces… A veces, creo aún sentirlos, o quiero hacerlo.
Ahora parece que se hace extraño hasta pronunciar la palabra “NAVIDAD”, como si fuera un tabú o algo así, como… como si todo hubiera cambiado…, y así ha sido.
Da igual si pasan años, días, horas… Todo puede girar 180 grados en un segundo, tan solo uno… Aunque aparentemente nada haya ocurrido, aunque queramos mentirnos a nosotros mismos, lo sabemos. Y no hablo solo de estas fechas…El mundo, en general, se ha vuelto un extraño en sí mismo, se ha olvidado de lo más importante, nosotros mismos. Y lo peor, es que seguimos mirando hacia otro lado.
“Cualquier tiempo pasado fue mejor”, eso dicen, supongo que es algo relativo, según el ojo con el que se mire pero, es una lástima tener que decir que, en general, es verdad;
muy triste.
Podría decir que espero que llegue el día en que todo mejore, pero sería mentirme a mí misma, porque, al final, nadie es nunca feliz, con o sin razones, mientras unos lo son, otros no, y viceversa.
Ya he olvidado la última vez que pude decir: “Soy feliz”, con todas las letras, por el simple hecho de tener una vida “normal”, la que cualquiera puede tener, y no por el
“vicio” de quejarme, sino de VERDAD; y ahora me pregunto, ¿cuánta gente más habrá igual que yo, no solo desde que empezó la crisis, sino desde mucho más atrás?
Aunque, tal vez, alguien me diría: “¿y quién no?”, y, sinceramente, me encantaría hablar con ese alguien, para saber lo que significa para él la palabra “felicidad”.
Supongo, que es aquello que nunca podremos conseguir; el ser humano siente una extraña atracción por las cosas que jamás podrá obtener; lo que algunos creen, y otros saben, que es lo que necesita para ser feliz; algunos están en lo cierto, otros no, pero lo que tienen en común, es que ninguno lo conseguirá, y quien lo haga, encontrará otro motivo para no serlo, y sabrá a qué grupo pertenece.
Y así, es como nos perjudicamos a nosotros mismos, unos por vicio, otros no, pero, al final, todos vivimos en el mismo mundo, que matamos poco a poco, al son de nuestras plegarias, intentando conseguir atrapar el aire, adornándolo, maquillándolo, pero siendo siempre el mismo montón de mierda que hemos creado. Un montón, al que
pertenecemos voluntaria, o involuntariamente.

sábado, 12 de diciembre de 2009

LLAVE DE PLATA

Llave de plata, cerradura de acero, colores inertes.
Frío, amargo…
Si rozo tu nombre, si acaricio sus trazos, si me envuelvo en ellos,
te aseguro, no regreso.
Perdida en tu sonrisa, que es la que me alcanza.
Espectante, de esperanzas vivas, que colmen la mía.
Necesitando un sentimiento, que no es el propio.
Los escudos ya no me valen, las armaduras ya se oxidaron.
El aire ya no me llega, me estoy asfixiando.
No soporto tanta oscuridad, quiero ser algo más.
Dejar de temer, y poder merecer.
Quiero algo sincero, quiero algo real,
quiero poder decirte; “amor que llama, llave de plata”.

lunes, 7 de diciembre de 2009

TARDE, PERO ADIÓS

Hola, ¿qué tal? ¿Cómo te ha ido?
Jamás me recordaste entre tu olvido.
¿Cómo sé yo, lo que a ti fue un triste niño?
Si tal vez nunca lo hayas vivido.
¿Por qué tan lejos yo te siento entre tus besos?
Si un día tú me diste lo que yo siempre quise.
Y es que te fuiste sin más, y ya nada volverá.
Y es que aunque aquí estás,
hace tiempo te largaste, y no miraste nunca atrás.
¿Qué más da lo que hice, lo tú quisiste hacer?
¿Qué importa lo que dije, lo que tú siempre dijiste?
No te valgo ya, soy de usar y tirar.
No te traigo dicha, por pensar por mí misma.
¿Qué quedó de las noches, tú y yo?
¿Qué quedó de ese simple “te quiero”?
Y ahora ya, que todo acabó, que tus silencios plenos,
se quedaron ya muy huecos.
Y ahora ya, que tú no pasabas de lo que fui yo,
te mando ya muy lejos donde mi cielo tenga sol.
Olvida que te quise, olvida que quise hacerlo,
olvida qué tuviste, uy, perdón, ya lo has hecho.
Y mis llagas curarán, mis heridas costras harán,
mi rechazo a tu encuentro, del odio me salvará.
Ya no te necesito, ya no te lloro ni pierdo.
Eso queda en el pasado que se envuelve en tu reflejo.
A mi lado ya no estás, no si lo puedo remediar.
Y no es que no te quiera, es que aprendí, a quererme a mí.
Aquí me despido, ya de ti, mi cruel amigo.
Te digo adiós, para vivir, te despido, para ser feliz.

viernes, 4 de diciembre de 2009

MARIPOSAS AZULES

Es lo que me ocurre cuando te miro, y me miras.
Es lo que ocurre cuando te ríes, cuando te giras.
Es lo que pasa cuando te veo, y me sonríes, con tus hoyuelos.
Cuando te quitas las gafas, y veo tus ojos, azul de cielo.
Es lo que revolotea por mi estómago, y me llega hasta el pecho.
Es lo que sube hasta mis mejillas, sonrojándolas, por tu reflejo.
Lo que palpita en mi interior, cuando me hablas.
Son las que alegres danzan, cuando estamos cerca.
Las que quieren salir por mi garganta, y se quedan enredadas.
Son las que tú llevas, a todas partes, que a mí me entregas, siempre a raudales.
¿Tú las tienes? Eso parece.
Tal vez me encuentres, tal vez te deje…

lunes, 30 de noviembre de 2009

ERES MI CANCIÓN

Dicen que cada canción cuenta una historia.
Pueden hablar de miles de cosas a la vez, o de ninguna una y otra vez.
Pero de lo que más hablan es de amor, y desamor.
Todo se concentra en eso.
Me quieres, no te importo, te arrepentirás, eres lo mejor que me ha pasado nunca…
Cómo unas simples palabras hacen que te sientas, en unos pocos minutos, tan feliz, o tan solo.
No sé por qué, pero siempre encuentro alguna, o muchas, que dicen justo lo que siento, lo que pienso.
Esté bien o mal, la misma canción me define en mil estados diferentes, y siempre hace algo negro, añil.
Y siempre estás tú, en cualquiera de estos poemas contradictorios, siempre te encuentro dentro.
Y te conviertes en el oyente, que recibe mi alma en palabras con o sin sentido.
Y eres el cantante, que me canta sin temor al oído.
Y hace que comparta su amor o dolor, siendo tú el que hace que mi vello se erice con solo escuchar una nota.
De lo que a mí me parece una oda.
Y pienso, “cómo mola”, algo que ni siquiera es real, hace que mi cabeza gire sin parar.
Y echo de menos algo que no tengo, y deseo quedarme en lo único que entiendo.
Escuchar lo que me hace sentir que no es mentira y me queda mucho por compartir.
E imagino que lo hago junto a ti, siendo tú mi melodía, lo que me alegra la noche y el día.
Lo que hace que cada letra se clave en mí como tu voz en mi sentir.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ASÍ ERA

Era pura energía,
era risa y melodía.
Era un ángel, bello y puro.
Era cielo, era mundo.
Era la vida, alegre, redicha.
Eran sus pasos,
eran sus ojos,
eran los besos que a la vez repartía.
Era su silencio, lo echaba de menos.
Eran sus ideas, sus locuras, tonterías.
Su inquietud, su sorpresa,
su seguridad, su prosa.
Era luz, y camino.
Era futuro y destino.
Era el antes, y el después,
el mañana, y el ayer.
Era fuerza, era luna.
Era siempre, siendo el nunca.
Era encanto, o eso decían.
Era ella, yo ya no.

martes, 24 de noviembre de 2009

LA DULZURA DEL DOLOR

Estar enamorado es lo mejor que a nadie le ha pasado.
El problema llega cuando tienes a alguien tan querido
y ni por casualidad es correspondido.
Tengo bastante experiencia en eso,
he llegado a querer tanto que mi corazón no está precisamente ileso.
Lo peor no es no ser correspondido,
sino amar a alguien que, sin enterarme, cambió conmigo.
Cómo una persona puede idealizar tanto a alguien que no se da cuenta de que ya no es la persona de quien se enamoró.
Y ver que es cierto, ya no es igual, pero quererlo, con todo el alma por quien antes era. Que te hace sufrir, de una forma que nadie lo había hecho,
pues es el primero del que te has enamorado en cierto.
Y tarde te has enterado,
y ahora todo ha cambiado.
Haces el tonto esperando Dios sabe qué,
pues ya no hay vuelta atrás, ni como amigo lo podrás recuperar.
Tomó su decisión, y es su vida, esté equivocado o no.
Pues hace oídos sordos a los amigos,
prefiere ser chulo o algo parecido.
Y cuando, por fin, despiertas,
y lloras hasta que revientas.
Te das cuenta, de que el amor es cruel,
el desamor también y la razón,
la razón es tu único amigo fiel.
Y cuando crees que jamás volverás a amar,
que eso no es para ti,
que ya estás cansado de sufrir,
abres los ojos de par en par,
y ves ante ti el único que te puede salvar.
Vuelves a creer en el amor,
aunque sepas que conseguirlo no lo consigues ni a la de dos.
Pero, aunque, sufres porque, otra vez, eres tú sola la que quiere,
no te importa porque, al menos, con éste, sí sabes si va, vuelve o viene.

lunes, 23 de noviembre de 2009

AYÚDAME

Llama a tu dolor, llama a tu pasión, llama a esa voz, bien llamada la razón.
Siente ese monzón, siente la emoción, y no me olvides ya, no te vayas, por favor.
Ayúdame, no me dejes tirada, como hiciste ayer, no culpes a otra cara, ayúdame, y vuelve aquí conmigo, recoge mi testigo, ayúdame.
Recuerda aquel tiempo en que fuimos dos, recuerda el sentimiento agrio y dulzón.
Oye ese clamor, que un día te llenó de reflexión, y ahora vuelve aquí.
Ayúdame, no olvides que te quise, que siempre estuve allí, ayúdame, te necesito ahora, como ya lo hice ayer, ayúdame.
Contempla aquí en silencio, me elevo como el viento, me marcho ya muy lejos, y diré adiós.
No te asustes antes de tiempo, no me tengas un recuerdo, estoy aquí contigo, hoy y siempre, fiel amigo.
Ayúdame…

sábado, 21 de noviembre de 2009

SI TÚ SUPIERAS...

Si pudieras oirme, si pudieras verme, si pudieras escucharme…
Cuánto te reirías, de mí, ajenamente, te avergonzarías.
Sentirías lástima, compasión, o tal vez rechazo y repulsión.
Si supieras lo que siento… Dios mío, cuánto te quiero.
¡Qué patético! Sería lo que pensarías, y no es para menos, ni siquiera te conozco realmente y cuando no te veo te echo en falta, te añoro, te pienso.
Pero lamentablemente, nunca te siento.
No sabes ni que existo, eres ajeno a todo esto.
Río de impotencia, lloro de alegría, aunque lo segundo no es cierto, pues mis lágrimas son de miedo y desconcierto.
Estás constantemente en mi pensamiento, eso de la imaginación es un gran invento.
Y sueño con verte, y te veo en sueños.
Y siempre me quieres y nunca es cierto.
Son solo sueños, esos malditos tramposos que ni cuando mi persona puede descansar, y dejar de pensar, hacen que entres en mi mente y que sea feliz contigo brevemente.
Para luego despertar, volver a pensar, y a amar.
No, no vuelvo a hacerlo, lo hago constantemente, pues esto no es un juego inocente.
Es mi verdad, mi realidad, mis ganas de amar y ser amada, amada por ti, por quien hace que mi vida tenga una razón de ser, y mi corazón una por la que latir.

jueves, 19 de noviembre de 2009

SOLA

Los pañuelos iban desapareciendo, uno tras otro, del paquete.
Su cometido se cumplía rápidamente, sin dejar tiempo, casi, al siguiente.
Las lágrimas caían sin cesar, desahogando la pena y el malestar.
Sin solucionar nada, sin aliviar la razón por la que brotaban.
Empapando los pañuelo de papel, que acababan en la misma papelera donde estaban los trozos de su ingenuo corazón.
La debilidad era propia de ella, las luces de un día nuevo no cambiaban las penas, por fuera siempre fuerte, siempre una gran guerrera.
Por dentro medio inerte, excepto esa mitad que iba por libre.
Siempre sola, entre todos, la más sola.
Entre gente, estaba sola.
Sin escudo, ni armadura.
Sin espada, ni herradura.
La suerte es relativa, como el tiempo, efímero, sin vida.

martes, 17 de noviembre de 2009

ALGÚN HUECO

Su voz iba paso a paso apagándose.
Su cerebro no respondía a sus necesidades.
Sus ojos ya no miraban como antes.
Su vida desaparecía a cada instante.
El pasado, tan lejano,
que en su momento pareció eterno,
se disipaba poco a poco, delirante.
No era mejor que el presente,
pero a veces deseaba volver a él,
inconscientemente,
por un segundo,
a algo bueno,
nada más.

Años de dolor se arrastraban a su espalda.
Un ladrillo, una losa, que aplastaba su esperanza.
Cada día rezaba por una salida,
cada día ansiaba una respuesta a sus plegarias.
Algo que jamás llegaba,
algo que no encontraría bajo la almohada.

Boca seca, ojos húmedos, corazón aullando de dolor.
Sin pensamientos, sin ilusiones, viajando a un mundo paralelo,
donde se soportan mejor los miedos.

La solución no estaría a la vuelta de la esquina,
pero mirando hacia otro lado tampoco lo encontraría.
Sola estaba ante mil espadas,
tras ella no había nada,
salvo una línea que jamás cruzaría.

No podía abandonar, no debía hacerlo.
Encontraría algún hueco... tenía que haberlo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

PRIMERA ENTRADA

Este es el inicio de una nueva etapa para mí, en la que, aunque no ha ocurrido nada en especial para que empiece, mi persona necesita un cambio, necesita expresar todo lo que, cuando va con nombre y apellidos, no puede porque no haya problemas, por no hacer daño a nadie o, simplemente, porque hay cosas que una quiere expresar sin que los que la conocen tengan acceso a ello. Aquí publicaré mis escritos más personales, tanto los basados en mis vivencias y sentimientos sobre ellas, como los intentos de poemas creados sin necesidad de haberlo vivido.
Las rimas abundarán, pero también habrá entradas sin ellas.
Doy la bienvenida, y las gracias de antemano, a quien inicie esta lectura.
Espero que os guste.